¡Ya basta de grupos subversivos!
¡Ya basta de excesos por supuestas desapariciones!
¡Ya basta de cierre de calles, carreteras y caminos!
¡Ya basta de impunidad!
¡Ya basta de chantajes a la autoridad!
¡Ya basta de agresiones a inmuebles históricos y de particulares!
Son los reclamos sociales de los poblanos y de toda la sociedad.
Y si, así como el mandatario poblano le pidió sacar las manos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla -BUAP- a la organización Antorcha Campesina, que supuestamente es quien intenta la desestabilización en la máxima casa de estudios y que impulsan la NO reelección de la Rectora Lilia Cedillo Ramírez, debe actuar contra todos los que violentan la ley.
Así como esta acusación deben aplicar la Ley cuando las personas se dicen desaparecidas o secuestradas y en esos lapsos familiares, amigos y vecinos son azuzados para cerrar carreteras, autopistas, vialidades para exigir la aparición de quienes en muchas de las ocasiones se fueron por su cuenta con amigos o novios.
En estos casos específicos se distraen recursos del estado, de la fiscalía y las policías para la búsqueda de quienes se fueron por su decisión propia.
Y luego, los familiares y amigos incurren en el delito de ataques a las vías de comunicación al impedir el libre transito de los ciudadanos, generando pérdidas millonarias a muchas personas y empresas que tienen que trabajar y cumplir con sus compromisos.
Es incomprensible como funcionarios del gobierno se dejen chantajear y acepten las demandas de estudiantes y manifestantes que cerraron la vía Atlixcayotl y Cumulo de Virgo para exigir instalar un paso peatonal al nivel de piso y poner semáforos cuando ya existían y sólo generaban enorme tráfico vehicular y caos en la zona, pero sobre todo cuando tienen un paso peatonal y al cual les “da flojera” subir y bajar.
Como es posible que Mario Alberto Rincón González subsecretario de gobernación y Jesús Aquino Limón subsecretario de Infraestructura cedieran a las presiones y chantajes de un grupúsculo de universitarios alborotadores, porque cerraron la vialidad, cuando se les debió aplicar la ley por impedir la libre circulación.
Hoy los gobiernos están siendo rebasados por estos grupos de personas que no significan las mayorías de la sociedad.
En esa parte de la zona conurbada el estado hizo una enorme inversión y además se tenía contemplado la instalación de un elevador y mejoras en el puente peatonal para que existe la movilidad de las personas.
Otro tema que siempre genera división de opiniones es la celebración del 8M, donde todos apoyamos las marchas pacíficas, en donde las mujeres hagan sus justos reclamos de no violencia, de que sean escuchadas, de que sean visibilizadas, entre muchos otros reclamos que con toda razón realizan.
Lo que ensucia esa conmemoración y reclamo son los grupos de inestables, encapuchadas, que violan la ley al romper vidrios y cristales, pintan los edificios públicos, los inmuebles históricos y no haya una sola reacción del estado para detener a estas delincuentes que marchan por la No Violencia y se convierten en las peores violentadoras sociales.
Aquí surge una pregunta: ¿Cuándo el estado aplicará la Ley como tanto lo dicen en sus discursos?
OTRO RECLAMO SOCIAL: NO A LOS PARQUIMETROS EN LA CIUDAD
Estamos a unos días para que a los poblanos nos apliquen “voluntariamente a fuerza” más parquímetros en varias colonias de la ciudad, en donde no existe el respeto por parte de la autoridad para dejar libre “la vía pública”, que no las calles del estado para cobrar impuesto disimulados.
La sociedad cada vez está más molesta porque los gobiernos, del color que sean, sólo buscan como imponer impuestos, cobros, medidas que al final de cuenta son recaudadoras.
Previo a las Olimpiadas de 1968 se impuso el Impuesto de Tenencia de Automóviles, que nunca quitaron y lo peor es que cada gobierno busca que mas cobrarle al ciudadano y bueno está el impuesto predial, pago por el uso del agua, que es un derecho humano, además pagar por el desagüe a los colectores, las foto multas, la verificación obligatoria con altas sanciones.
Los ciudadanos están cansados de que se les cobre por todo, sólo les falta a las autoridades que nos pidan paguemos por cada metro cubico de aire que respiramos.
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