De entrada, conviene recordarle a la legisladora que Cuautlancingo no es todo el Distrito 9, aunque pareciera que así lo cree. También lo conforman Romero Vargas, La Libertad y San Jerónimo Caleras, juntas auxiliares del municipio de Puebla, donde —según los vecinos— ni sombra suya se ha visto.

Y no lo digo al tanteo, sino con fundamento. Hemos seguido su andar y todo apunta a que la diputada prefiere las selfies en eventos cómodos de Cuautlancingo, antes que caminar las calles y escuchar las quejas reales de quienes le dieron el voto.

Cierto, ha presentado iniciativas —algunas buenas, hay que reconocerlo—, pero se le olvidó su promesa estrella de campaña: regresar al distrito, escuchar a la gente y rendir cuentas. En eso, simplemente, no ha cumplido.

Una encuesta realizada en nuestras redes sociales, con la participación de 250 habitantes del Distrito 9, deja claro el sentir ciudadano. La pregunta fue directa:

¿Cómo calificas el trabajo de la diputada Norma Pimentel a un año de haber rendido protesta?

Los resultados hablan por sí solos:

• 195 afirmaron no conocerla ni tener noticia alguna de su labor legislativa.

• 45 calificaron mal su desempeño.

• Apenas 10 reconocieron algo positivo en su gestión.

Así que el balance no tiene pierde: la mayoría no sabe quién es, y los pocos que la ubican, no la aprueban.

Y entonces surgen las preguntas incómodas —pero necesarias—:

¿Alguien le hace creer a Norma Pimentel que todo marcha fenomenal?

¿Pensará que tomar café en Solesta cuenta como trabajo legislativo?

¿O será que el Partido Verde Ecologista se equivocó de perfil al postularla?

Conste, son preguntas.

Por si fuera poco, el pasado 15 de septiembre cumplió un año en el cargo. Sin embargo, ni informe, ni mensaje, ni rendición de cuentas. 

Y la duda es inevitable: ¿En qué se habrá gastado el recurso que el Congreso destina precisamente para ese informe? 

En fin.

Sería saludable —por respeto a sus votantes— que la diputada aclarara en qué se usó ese presupuesto, y sobre todo, que recuerde que ser representante popular no es posar para la foto, sino estar presente donde la gente votó por ella.

Mientras tanto, el veredicto ciudadano está más que claro: Norma Pimentel queda reprobada en su distrito.

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