Lo anterior, luego de que un alumno revelara el esquema de abuso y extorsión económica orquestado directamente por la Directora General, la Mtra. Sayuri Gómez Ramírez.
La pesadilla, según el testimonio del estudiante (quien pidió anonimato por miedo a represalias), comenzó a finales del semestre pasado, durante el periodo de exámenes ordinarios.
Por órdenes directas de la directora Sayuri Gómez, se le negó rotundamente el derecho a realizar sus exámenes finales en dos materias, únicamente por un retraso en el pago de sus colegiaturas.
A pesar de que el reglamento universitario estipula el derecho a presentar exámenes extraordinarios tras regularizar la deuda, la arbitrariedad escaló:
"Fui a regularizar mis pagos y, cuando acudí a solicitar la información para mis extraordinarios, me indicaron que por órdenes de la Directora, no me podían dar información. Cuando logré verla, me dijo que no tenía derecho a nada y que, por el retraso, me tenía que ir directamente a Recurso."
¡La amenaza final: paga casi tres mil pesos o pierdes un año!
La situación ha llegado a un punto crítico y desesperado. El estudiante se encuentra ahora en una posición académica irregular y fue notificado de un ultimátum insólito: tiene hasta mañana para pagar la cifra exorbitante de $2,750 pesos por cada materia en modalidad de "Recurso" si quiere acreditar.
"Sometiéndome a este plan, mi historial académico queda manchado y me afectaría con un atraso de por lo menos un año más, debido a que son materias seriadas, generando un gasto aún más grande a largo plazo".
El caso no es aislado. La fuente revela que hay más jóvenes afectados con el mismo problema. La directora, con su mano dura, ha logrado silenciar las quejas ya que los estudiantes:
"Tienen miedo a represalias, no levantan la voz. Algunos ya mejor se dieron de baja, y otros con mejor posición económica simplemente se resignaron y están pagando los recursos."
La comunidad estudiantil exigió una investigación a la BUAP ante lo que consideran un claro abuso de poder donde se utiliza la salud financiera como pretexto para la extorsión académica.

 
    
   
   
   
   
   
				 
   
   
   
   
   
 
                         
 
                         
 
                         
 
                        