Jamás en la historia de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), se había vivido momentos tan obscuros como los que hay bajo el cargo de Lilia Cedillo Ramírez y su equipo de trabajo.
Pues en tan sólo una semana, se ha visto desde la mala logística para acceder a CU con el famoso programa QR, que resultó ser un fracaso, así como los malos tratos que han recibido los alumnos de esta institución, entre más situaciones bochornosas.
Para empezar, y como primera parte de lo que se vive en la BUAP, hablaremos del famoso programa de Becas Alimentarias también decepcionó. Sólo 3 mil alumnos de los casi 90 mil tenían acceso y terminaron por ya no asistir.
La calidad del menú deja mucho que desear. No se compara a los desayunos en el Kamafruta de Palmas Plaza en horario laboral.
Asimismo, la venta de alimentos con cannabis en diferentes facultades ha ido en aumento, pues no sólo los alumnos lo venden, sino personal de esta institución que solapa estos actos.
Desgraciadamente, comentan personas y trabajadores cercanos de la BUAP, este caos dentro de la universidad se debe a la falta de interés que ha tenido la rectora hacia los alumnos, pues a pesar de desconocer estas problemáticas, lo que pase alrededor de la universidad no le ha importado.
También se ha tenido problemas en su trabajo administrativo que ha sido tan malo, que el portal de la Buap estudiantil se ha caído tantas veces que cuando logran acceder los alumnos, llegan a perder la acreditación de materias alargando su vida universitaria, y al acudir para apoyo en la solución del problema únicamente los ignoran, aunque en la materia solo asista un alumno y se pague en vano dicho recurso.
Esta es la primer parte simplificada, aún hay más anomalías dentro de la institución, como correr a docentes acreditando falsas acusaciones por ir en contra de la línea de rectoría, quienes acusan una imposición por parte del grupo agüerista.