Dicho evento, por el cual se dio como fecha conmemorativo al rock, tuvo lugar simultáneamente en Wembley (Londres) y el estadio JFK (Filadelfia) el 13 de julio de 1985, con la participación de artistas icónicos como Queen, U2, Led Zeppelin, The Who, David Bowie, Paul McCartney y Phil Collins. Su propósito fue recaudar fondos para aliviar la hambruna en Etiopía, marcando un hito en la historia de la música y su poder solidario.

La iniciativa fue impulsada por el músico irlandés Bob Geldof, quien fundó la organización Band Aid Trust con la intención de utilizar el poder de la música como herramienta para el cambio social. El evento tuvo una duración de 16 horas ininterrumpidas y se convirtió en un símbolo de solidaridad y unidad internacional.

Desde entonces, el 13 de julio se ha establecido como una jornada para celebrar el legado del rock, un género que ha trascendido barreras geográficas, ideológicas y generacionales. Para muchos, el rock no es solo música, sino un estilo de vida, una voz de protesta y un lenguaje universal de libertad.

En cada rincón del mundo, esta fecha sirve para rendir homenaje a sus íconos, recordar sus himnos y destacar su influencia en la historia contemporánea. El Día Mundial del Rock es, sobre todo, una invitación a reconectar con la fuerza de la música que cambió al mundo, al menos por un día.