Los termómetros, que marcaron 38 °C en Nueva York y Washington, comenzaron a bajar este lunes con la llegada de un frente frío, mientras que del otro lado del Atlántico las temperaturas empezaban a subir.
Las señales de alerta sobre el calentamiento global se multiplican en 2019. El mes de junio fue el más caluroso jamás registrado en todo el mundo, particularmente por la canícula que sofocó a Europa el mes pasado, según datos del servicio europeo sobre cambio climático Copernicus.
Hace una semana el mercurio alcanzó los 21 °C en Alert, el lugar habitado más al norte del planeta, a menos de 900 kilómetros del polo norte, un récord para esa localidad.
Ola corta, pero intensa
En Francia más de 20 departamentos del suroeste y del centro-este estaban en "vigilancia naranja" el lunes. El gobierno extrema las precauciones para evitar una canícula similar a la de 2003, cuando murieron 15.000 personas.
La ola de calor, corta pero intensa, se extenderá rápidamente a gran parte del país hasta el jueves, día en el que se prevé un pico.
Los habitantes de los grandes núcleos urbanos, que sufren con más intensidad el calor, serán los más afectados.