Dentro de la leyendas que se han originado a través del tiempo en este lugar, es la que relata sobre el guerrero, que durante la mañana se ve aparecer sobre el Citlaltépetl, quien fue importante en su tiempo, puesto que dio su vida por defender a esta tierra de los conquistadores, por lo que quedó inmortalizado en las rocas de la montaña más alta de México, puesto que la figura de este guerrero se puede ver a varios kilómetros de distancia, más claramente desde Ciudad Serdán. La leyenda dice que "durante las mañanas se verá a un valeroso guerrero que dio su vida cuando los hombres barbados invadieron esta tierras, pues fue uno de los más bravos, murió por su causa y por su pueblo, nunca se doblegó ante el enemigo, por eso es que los dioses lo premiaron, para que cada mañana él pueda ver primero el sol antes que nadie, y también para que pueda despedir la tarde con el último rayo de sol de cada día, pues su amor por la tierra fue mucha, por lo que cual durante la eternidad seguirá viendo aquella a la que defendió con tanta bravura, cuidando a la naturaleza y a su raza". También se asegura que al ser el ahora valle de Chalchicomula un santuario donde se preparaban a los futuros Quetzalcóatl, ésta era una ciudad prohibida para los demás mortales, por eso es que este guerrero peleó con tanto valor para no permitir que los extranjeros pisaran los lugares consagrados a sus dioses, y así fue, porque hasta la fecha es una zona arqueológica inexplorada. A simple vista y a plena luz del día se puede ver a este bravo guerrero que con el paso del tiempo se perdió su nombre, pero no su rostro, cuando asegura: "si se fija bien en la montaña, va a poder ver que de izquierda a derecha, luego luego de que termina el volcán, comienza una parte recta, y como que tiene dos arillos, esa es su garganta, más adelante al subir las rocas le forman la barbilla, y al volverse horizontales, nuevamente le forman la boca, y la piedra más alta toma le forma de su nariz, luego existe una parte más ancha y recta, eso representa a su frente, por último, la piedras que se encuentran en dirección a la Sierra Negra representan su penacho". Lo cierto es que durante las mañanas, principalmente en los meses de marzo a mayo, el sol sale precisamente sobre el rostro del guerrero que, murió de cara viendo al sol, y así fue inmortalizado por los dioses de aquella época que en agradecimiento, por haber defendido esta tierra que fue sagrada en donde sólo se podían enterrar guerreros, sacerdotes o reyes.